Mi Mochila Fotográfica: I Analógica Autofoco

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En esta ocasión os voy a mostrar que equipación llevo en mi mochila analógica autofoco, para una entrada posterior, mostraré la equipación de enfoque manual y próximamente también el material utilizado en fotografía digital. Empecemos:

Primero por el continente, el medio de transporte del equipo de un lugar a otro y que es la mochila Lowepro Mini Trekker (1), la tengo desde hace bastantes años y sigue vigente en el catálogo del fabricante aunque con sutiles variaciones en el diseño de la misma, sus dimensiones pueden parecer parcas (380 x 275 x 170) pero cabe todo el equipo que veis en la foto más un segundo cuerpo adicional, tiene capacidad para llevar un pequeño trípode gracias a los arneses de la parte inferior pero uno más grande –como el que se muestra en la imagen- ya resulta de difícil transporte. Al ser un modelo bastante antiguo no posee funda protectora contra la lluvia.

En cuanto al trípode tengo el Manfrotto 190XPROB (2) con rótula 804RC2 (3). Sus patas pueden adoptar múltiples posiciones y tiene nivel de burbuja. Es posible extender por completo la columna central y después girarla 90 grados para adoptar una posición horizontal para la fotografía macro y el uso de un ultra gran angular. La rótula es ágil y suave en su manejo aunque la cantidad de mandos la hace una tanto engorrosa en la práctica, para mi lo ideal sería una rotula de tipo joystick. Es una buena solución para un fotógrafo aficionado-avanzado resistiendo perfectamente hasta ópticas tele-zoom 80-200 de apertura amplia.

El buque insignia del equipo es la cámara Nikon F90X (4)  del segmento semi-profesional y adquirida en 1.996, fue un éxito comercial para la casa nipona basado en su robustez, fácil funcionamiento, su medición puntual y la medición matricial 3D –aspecto que la diferenciaba de F90-. En mi caso viene provista con la empuñadura y soporte vertical MB-10 y el respaldo MF-26 para las posibilidades de disparo en secuencias automáticas, exposiciones múltiples, horquillado y compensaciones de exposición, impresión de datos, exposición prolongada, etc.; características que ya vendrían de serie en su sucesora, la Nikon F100.

_MG_2083f90xpostParte posterior de la Nikon F90X donde se puede apreciar el respaldo MF-26

En cuanto a las ópticas tengo el Nikkor 28-70 2.8D (5) de luminosidad intermedia pero el único tipo “D”, por lo que se adapta perfectamente a la medición matricial 3D de la cámara y con una lente asférica híbrida. El Nikkor AF 50 1.8 (6), óptica fija estandard muy luminosa como suele ser habitual en este tipo de lentes. El Sigma Superwide 24 2.8 (7), óptica gran angular de precio muy razonable en su época en comparación con el angular de la marca Nikon pero con prestaciones de calidad similar. El Tokina AT-X 80-200 2.8 (8), un tele-zoom bastante luminoso y de calidad en su época, de precio asequible y que incomprensiblemente la casa Tokina no lo fabricado en su versión digital, acompañado del teleconvertidor Soligor C/D7 Tele-converter 2X (9).

La Nikon F90X, como era habitual en las cámaras de su época y segmento, carecía de flash incorporado que actuara como luz de relleno. Mi elección para la obtención de iluminación extra fue el Nikon Speedlight SB-28 (10), el tope de la gama Nikon en su momento, muy versátil, con número guia 38 y un display con una información clara y útil.

Para terminar, el resto del contenido de mi mochila fotográfica, esta formado por el cable control remoto Nikon MC-30 (11), accesorio que hoy en día todavía se comercializa y que esta equipado con la función de bloqueo de disparo; y por filtros (12) para las ópticas de distintas funcionalidades –polarizador, skylight, etc.- y marcas –Hoya, hama, etc.-

Bueno, este es el contenido de mi mochila fotográfica autofoco, que a pesar de la total preponderancia de la fotografía digital, al día de hoy sigo utilizando con resultados satisfactorios y a plena satisfacción.


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